Entrevista de Ricardo a Nieves

bannerRicardo ve alegría y tristeza en la fotografía de Nieves. Es ingenua y es melancólica. Era 1935 y el aire aún parecía tranquilo. Un niño y una niña juegan en la calle cuando pasa un fotógrafo que les hace posar apoyados en un muro, agarrados del brazo. Ellos miran de frente a la cámara con la ingenuidad de quien obedece así a un desconocido. Por eso es alegre. Pero también tiene una pátina sobre ella. No es sólo que sea en blanco y negro. Sepia, dice Ricardo. Es que está gastada, atravesada de tiempo. Ha viajado durante más de ochenta años. Vio el principio de una guerra civil y cruzó la frontera a pié. Se exilió y vivió una guerra mundial, siendo para siempre una fotografía extranjera que esperó toda una vida para volver, para poder contar su historia desde el lugar que la vio nacer.

Ricardo a nieves