Cuando uno compra la carne en algún supermercado o carnicería de Madrid, ¿de dónde viene esa carne? Entre 1924 y 1996, toda la carne que se consumía en Madrid venía del Matadero de Legazpi. Sin embargo, en los últimos veinte años, este lugar se ha convertido en un centro cultural que ha borrado las huellas de su anterior uso.
Tras la industrialización y privatización de la industria cárnica, el procesamiento de carnes se ha alejado, cada vez más, de la vida cotidiana. En el Madrid del siglo XIX, los mataderos estaban ubicados en la Puerta de Toledo. De esa época nos queda como huella el nombre del Rastro de Madrid, evocando las trazas de sangre de las reses que se arrastraban por la ciudad. La construcción del Matadero Municipal en Legazpi fue fruto de la necesidad de un espacio más grande, más higiénico y más moderno. Como huella de ese espacio, nos queda el “Matadero de Madrid”, nombre que ahora muchos relacionan antes con un espacio cultural que con un lugar de procesamiento de carnes.
Si queremos saber algo más sobre este espacio, más allá de su nombre, un primer paso es acerarnos a las fuentes. Libros. Gente del barrio que recuerda el espacio cuando aún funcionaba como matadero municipal. Antiguos trabajadores. Pero también las fuentes documentales que nos pueden conducir a tiempos más lejanos. El archivo es, en sí, un espacio de memoria donde se decide guardar aquellos documentos que nos pueden dar pinceladas de historias del pasado que nos ayudan a reconstruir y comprender ese pasado.
Texto de la Comisión Archivos
Es poco frecuente encontrar a blogers con conocimientos sobre este asunto , pero creo que sabes de lo que estás hablando. Gracias compartir información como este.